Expatriados y jubilación: La clave está en anticiparse
Después de muchos años de recorrer el mundo, llega el momento en la vida de los expatriados en el que debe elegir un lugar para la jubilación y con ello, todos los trámites para asegurarse un buen retiro.
Prepararse para la jubilación puede ser una tarea compleja y por eso, hay que elegir con anticipación el lugar para retirarse. Puede ser España o alguno de los países en los que haya trabajado anteriormente. En cualquier caso, lo primero es asegurarse de cumplir con los requisitos exigidos por el sistema de Seguridad Social.
Los convenios
España tiene convenios con diferente países y según esos acuerdos, se aplican diferentes normativas para los expatriados. En el caso de los países latinoamericanos, por ejemplo, existe el Convenio Multilateral Iberoamericano de Seguridad Social, que ejerce como mecanismo de coordinación de las diferentes legislaciones de la región, y procura resultados más favorables para el trabajador, independientemente de que su país haya firmado o no un convenio con España.
En el caso de la Unión Europea, la normativa comunitaria establece el llamado mecanismo de totalización, que determina que cada país en el que expatriado haya prestado sus servicios, calcula la pensión correspondiente de acuerdo al tiempo cotizado en su territorio. Una vez realizado el cálculo, el trabajador recibirá la pensión más ventajosa.
Existen también procedimientos particulares donde se aplicaría un mecanismo de totalización, pero solo en caso de que el expatriado no pueda aplicar a la jubilación en territorio español. Es el caso de Canadá, Marruecos, Chile, México, Estados Unidos o Venezuela, que así los establecen en sus acuerdos firmados con España.
Recomendaciones
Para asegurarse una jubilación que permita una calidad de vida digna para el expatriado y en muchos casos, toda su familia, lo más realista es disponer de un buen plan de pensiones. Desafortunadamente, los recursos estatales tienen cada vez menos prestaciones y para una buen retiro, hace falta un buen plan de ahorros y pensiones, que además se pueden combinar con otros tipo de ayudas.
Antes de abandonar un país, hay que asegurarse de tener al día un certificado de la vida laboral en ese territorio. Títulos de retenciones, número de contribuyente, y lo que sea necesario para acreditar la solicitud de la jubilación correctamente. Si no lo ha hecho aún, está a tiempo de solicitar los debidos certificados para ir organizándolos.
Cuando llegue el momento de solicitar la pensión, hay que hacerlo en el país de residencia, excepto si nunca se ha trabajado allí, porque no se podrá aplicar la normativa. Si ese es el caso, la jubilación deberá solicitarse en el último lugar donde se ha cotizado.
Una buena asesoría legal, facilitará mucho las cosas. Es necesario comprobar el estado de los convenios existentes entre España y los países en los que ha trabajado. Si no existe tal convenio en materia de Seguridad Social, el expatriado sólo cobrará lo cotizado en territorio español y no se tendrá en cuenta el tiempo trabajado si no existe ningún tipo de convenio.
Es fundamental que el expatriado esté bien informado sobre los certificados y documentos correspondientes que debe presentar en Hacienda. Hay que declarar la totalidad de los ingresos. De no hacerlo, el jubilado se enfrentará a multas y sanciones.
Esta información no constituye bajo ningún concepto asesoramiento jurídico, sirviendo sólo a efectos informativos. En caso de necesitar servicios profesionales en materia de Inmigración Global y Movilidad, póngase en contacto con nosotros.
*Debe tenerse en cuenta que la normativa de cualquiera de los países analizados así como los procedimientos establecidos pueden cambiar en cualquier momento y sin previo aviso.
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